La humanidad está viviendo el más grande de los retos en pleno siglo 21 en estos meses: las consecuencias de la pandemia del coronavirus son impredecibles, no sólo para nuestra salud y bienestar sino también conlleva a una recesión económica y la pérdida de puestos de trabajo, lo cual es amenazante.
Creemos en el poder de la oración colectiva, y como cristianos tenemos una serie de responsabilidad. Por ello, te invitamos para unirte a nuestra cadena de oración en la cual rezamos por la gente que tiene problemas y angustia, rezamos por los doctores y enfermeras que cuidan de esta gente, y rezamos por nuestro futuro, como Jesús nos prometió: „Además les digo que, si dos de ustedes en la tierra se ponen de acuerdo sobre cualquier cosa que pidan, les será concedida por mi Padre que está en el cielo. Porque donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” (Mateo 18:19-20)
Por favor, ¡únete a nuestra cadena de oración 777!
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„Señor te entregamos nuestras enfermedades, rezamos por consuelo y sanación. Estate cerca de los que están sufriendo, en especial de los que están muriendo.
Da consuelo a los angustiados. Otorga sabiduría y poder a los doctores e investigadores. Da fuerza a las enfermeras para que soporten la tremenda carga. Rezamos por aquellos que sufren pánico, por aquellos que tienen miedo. Oramos por paz y claridad en esta tormenta. Rezamos por aquellos que están sufriendo pérdidas financieras o para los que tienen miedo de sufrir dichas pérdidas.
Padre celestial te enviamos todo aquel que está en cuarentena, que está solo y no tiene nadie a quien abrazar. Llena sus corazones con tu paz y te suplicamos que esta epidemia pare y decrezca y que todo vuelva a ser como antes. Haznos agradecidos por todos nuestros días saludables.
No dejes que nos olvidemos que nuestra vida es un regalo. Algún día moriremos y no tendremos control sobre ello. Sólo tú eres eterno. Hay muchas cosas superflúas en la vida que a veces intentan apoderarse de nosotros. Haznos agradecidos por todas las cosas que tomamos por sentado cuando no estábamos en crisis.
Creémos en tí! Te agradecemos”
(Johannes Hartl)